Ley no escrita número 1: Hay cosas que hay que hacer en casa todos los meses, pongamos por ejemplo ir a pagar al casero. Si la primera vez te ofreces inocentemente a hacerla, de forma irremediable eso se convertirá en tu nueva obligación.
Hechos: Después de emplear mis facetas de loca histérica, mami, coleguilla,... para persuadirles y que este mes fueran ellos a pagar. He cogido mi parte del dinero y he ido yo sola.
Resultado: Me limito a contestarles con monosílabos. Son unos gilipollas egoistas y encima me aburro como una ostra cuando estoy en casa sin hablar.
Ley no escrita número 2: Si contestas con monosílabos y dices que no te pasa nada (sumándole una cara tragicomédica) cuando te preguntan si estás bien, ellos deben seguir rogándote hasta el infinito y no darse por vencidos.
Resultado: Creo que eso sólo funciona con los novios, no he elegido el target adecuado y asumen que realmente no me pasa nada y siguen a lo suyo... (mierda!).