Psicoanalízome

El sabio refranero español dice que las palabras se las lleva el viento. Yo casi siempre estoy de acuerdo con él, pero esta vez no. Bueno, me explico, por supuesto que estoy de acuerdo, pero vengo observando mi comportamiento de los últimos días (meses, años) y concluyo que le doy más importancia a lo que se dice que a lo que se hace.

Bastante absurdo... porque todos sabemos lo fácil que es decir y lo difícil que es llevar a cabo lo dicho. Esto explicaría que me crea a rajatabla lo que me cuentan y entonces parezca que soy una tonta inocente. Desarrollo este tema: es muy fácil cambiar de parecer verbalmente y muy difícil con acciones, eso queda claro. Entonces, si yo me basara en los hechos no defendería fervientemente que una persona sea capaz de pensar dos cosas totalmente distintas en un espacio menor de veinticuatro horas... ahora bien, si me quedo sólo con lo que sale de su boca sí es posible... y oh dios! eso es lo que pasa. Estoy orgullosa de haber llegado a esta mini conclusión.



Pd. Ey, tú, si estás leyendo esto, mándame una señal. Sospecho que lees lo que escribo por aquí y no es de buena persona no decírmelo... bueno, vale, yo también leo a veces tu blog, pero es que tú casi nunca hablas de sentimientos en él (y recalco lo de "en él" ;)).