++++++++de cómo te marea la vida
Ahí estaba yo, tranquila en mi inquietante rutina (hincapié en el oxímoron), cuando recibo una llamada: 'Veniros a la feria, os hemos reservado un espacio para vosotras: seréis ASESORAS DE DISEÑO'. Yeah, ¿no? Pues manos a la obra: tarjetas de visita, preparación de láminas impolutas de proyecto, recopilación de libros de diseño de interiores, presupuesto imposible sacado de la manga del agobio y la emoción...
Día D_ Llegada al lugar de los hechos, localización del cartel Consultoría express, movimiento de vista hacia abajo: 'nuestro espacio' eran dos portátiles sin internet (es que es carísimo contratarlo en IFEMA), ah, y nada de mesa, claro. Realmente la consultoría era express. Diseño off, los grandes empresarios del mundo del zapato español sólo necesitaban una clase eficaz y gratuita sobre redes sociales para, básicamente, aprender a abrirse una cuenta en facebook. Gracias a que se alinearon los astros, esa no era nuestra misión. Así que, como los señores del FICE no nos necesitaban (de momento, pero eso es otra historia), nos fuimos como grandes socias del mundo del diseño a dar una vuelta con nuestro proyecto primer premio debajo del brazo.
Este post se lo quiero dedicar al elemento ganador: LA AMERICANA. Y no estoy hablando de una rubia que mientras baila se levanta la camiseta para enseñar las tetas o pechos, hablo de la chaqueta. Es la primera vez en mi vida que voy a Ifema y me siento respetada. La satisfacción infinita que supone que los mismos babosos que van detrás de tu falda hasta arriba de cervezas y panchitos, de los mismos jefes de stand que se tiran horas monologueando acerca del tamaño de tus... ojos, y la elegancia con la que llevas el micrófono, o incluso aquellos que se lanzan al abismo con el 'es que te queda genial el uniforme'; esos mismos, de repente te miran con cejas levantadas, con cierta sensación de inferioridad (de esos que dicen: ah sisisi), te estrechan la mano con respeto y te invitan a pasar y sentarte en una de sus mesas reservadas a los clientes a los que yo siempre he llevado jamón y queso del bueno en un platito de plástico, y te escuchan... Cómo te escuchan, es una sensación indescriptible: gente que puede que compre lo que tú has hecho, y se lo puedes vender de la manera que te dé la gana, no te van a pillar porque saben menos que tú, por primera vez ¡no son profesores!
Me encanta mi trabajo y ya se me había olvidado. Gracias FICE, por dejarme ver la luz al final del túnel antes de entregar el PFC y mostrarme por qué estoy metida en este infierno. Y gracias, americana (con tacones) por darme toda esa seguridad que necesitaba.
gracias Bimba.