365 días

Justo un año, y puedo decir que tengo una terrible y a la vez satisfactoria sensación de indiferencia... Creo que aún no he encontrado las palabras exactas para explicarte cómo me sentí el día que ví lo capaz que eras de mentirme a la cara sin ningún tipo de reparo... como en cinco minutos conseguiste que me sintiera tan triste, tan desencantada, tan jodida! En fin, confirmo que lo de que el tiempo todo lo cura es mentira, porque cada vez que me recuerdo a mi misma sentada delante del ordenador leyendo ese email vuelvo a revivir exactamente lo mismo, lo único que ha cambiado es que ya no me importa que seas un mentiroso, que yo te importase tan sumamente poco y que fueras tan sinvergüenza. No te echo de menos, sólo echo mucho de menos a Pelochi y me encantaría espachurrarle.