Cállate un mes

Te encasillé bastante rápido… nuestra primera conversación fue sobre ex novios, y hablamos lo de siempre en estos casos… algo sobre poner los cuernos y cuatro bobadas más, vamos, lo típico. Me dijiste que te estabas leyendo un libro de auto ayuda para superar tu ruptura… lo cual, si te digo la verdad me dio bastante pereza y me llevó a pensar que te estabas comportando bastante machistamente, como si la única forma de solucionar tu relación fuese que tú aprendieras a ser de otra forma, y para eso te estudiabas ese libro, en el cual tenías hasta alguna frase subrayada! Luego te presenté a mi ex compañero de piso, fuimos a un bar de Covent Garden, hicimos alguna fiestecilla en casa, te pusiste mi pijama anti morbo, pensé que estabas totalmente de la olla… y luego te conocí. No sé en qué momento empezamos a hablar más asiduamente, y tampoco sé cuando empecé a freírte con mis conversaciones monotemáticas y la mayoría de las veces hiperanalíticas… Tu impulsividad es tan abrumadora como encantadora, me gusta hablar contigo porque ahora que me he vuelto tan racional como nunca he sido le das un toque de emocionalidad a lo que te cuento, me paso la tarde entera intentando solucionar mi vida sentimental y tú me dices con toda la frialdad del mundo que soy gilipollas, ansias encontrar el amor de tu vida y yo me parto de la risa porque tu táctica de ensayo – error no te está dando buen resultado, te pones borracha y se te va de las manos, pero contrariamente a lo que siempre he hecho te digo que me has hecho sentir bastante incómoda, y bueno, entonces tú dices que no te acuerdas de nada y que lo sientes y yo digo que tendré que aprender a aceptarte así porque lo volverás a hacer, en ocasiones me agota que seas tan pija, pero recuerdo lo sucia que estaba la casa cuando vivías tu aquí y sé que eres una pija de palo… me da envidia que seas bióloga y que hables tan guay inglés y tú me dices que soy muy objetiva dando consejos y que no quieres que me vaya… Y bueno, eso, que te voy a echar de menos, pero ya sabes, se tarda lo mismo en ir de Londres a Madrid que en volver a Lawless por la noche, cogiendo 500 autobuses… (jajajajaja, eres una exagerada de la ostia!)