III. Ya se hace la rehostia de largo esto.

Bueno, que por circunstancias de la vida, que por cierto voy a aprovechar para contar, he leído. esto es, a saber: creía que para ir al trabajo me iba a ser más cómodo ir en tren, porque si hay algo que odio más que andar es sufrir un atasco, no aparcar en horas y encima madrugar un huevo para llegar tarde. Compré un bono tren, muy caro, y gracias a una mente iluminada que decidió que el puto bonotren caducara al mes de ser comprado, aunque al final tardo menos yendo a currar en coche, por no perder la pasta (y es que soy una rata) he ido en tren. vale, y he leído un libro con título pomposo para no ser menos, que robé de la casa del libro, es decir, de casa de mi sr. padre. Me ha sorprendido, os lo recomiendo encarecidamente: es como de autoayuda, bien escrito, con mínimos errores creo que de traducción, facilillo, corto, con humor, y te hace pensar. Sin duda lo que más me chocó fue leer algo que creía que sólo se me había ocurrido a mí, pero además con casi los mismos términos. Escribí hace unas 3 semanas, unas 2 semanas antes de leer EL LIBRO, lo siguiente:

“Es curioso cuánto menos la concepción de que todo tiempo pasado fue mejor, y bueno, parece q sí... Ver los hechos con cierta distancia temporal y con las gafas de la nostalgia, la sensación de quitud y de que lo hecho hecho está, siempre da ventaja sobre el pobre presente, vertiginoso y dinámico, e incluso el futuro que encima es incierto, aún jugando con el as de la ilusión. Siempre quiero que llegue el futuro para que el pasado sea más pasado y presente pasado, en resumen mejor, tiempo pasado. Es como raro querer desde el presente que llegue el futuro para poder decir que el pasado fue la polla, pero que cuando fue presente nadie valoró. Viendo las fotos de la fiesta del pabellón me paso esto.”