Naas Town

Aquellos tres veranos lo pasé realmente bien aunque siempre había tiempo para quejarse. La casa estaba demasiado lejos del centro y aunque la calle por la que iba era preciosa había que ir con los ojos y la boca cerrada para que no te entraran los millones de mosquitos con los que te cruzabas. El tiempo era bastante horrible y las tiendas cerraban a las 17h, así que nunca conseguí entrar en ninguna que no fuera de patatas y chicles.

Siempre pensé que Naas era un pueblo aburrido y nos pasábamos las tardes en el único sitio en el que nos sentíamos lejos de la vida rural: el McDonalds.

Había un lago y creo que una de las veces que lo buscamos conseguimos encontrarlo, pero ahora no podría jurarlo. También recuerdo las tardes apoyados en la valla de St David's church y siempre pensaba que era perfecta para una peli de terror.

Hoy, muchos años después y sin ningún motivo, he sentido nostalgia y me encantaría volver. Es cierto que Naas no tenía mucho que hacer, pero tampoco era tan aburrida! Había un supermercado, un restaurante donde servían unas patatas riquísimas y hasta un cine! Quizá el pueblo no era aburrido, quizá fuera una edad en la que tampoco había mucho más que hacer...